¿Te has preguntado alguna vez qué se siente al probar una aceituna y que esa simple acción te transporte a los campos sevillanos, justo en plena época del verdeo?
Pues eso, ni más ni menos, fue lo que vivimos el pasado viernes 16 de mayo en el Salón Internacional del Aceite de Oliva Virgen Extra (SIAOVE) dentro de Expoliva 2025, durante la cata-degustación de nuestras queridas Manzanillas y Gordales de Sevilla. Un evento que fue mucho más que una simple degustación: fue un homenaje a nuestras raíces.
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Una presentación con alma
La sala de catas de Expoliva se llenó de aromas y de historia. La presentación, dirigida por nuestra secretaria general Rosario Acosta, arrancó con una proyección visual que hizo de antesala perfecta para lo que vendría después. Imágenes de olivos, manos recolectando con mimo, y primeros planos de nuestras variedades brillando bajo el sol.
Y en esta ocasión, no lo hizo sola: nuestro presidente, Juan Luis Oropesa, también participó activamente, compartiendo su visión y su compromiso con la calidad, la tradición y el futuro del sector.
Un evento que venía con premio
Esta cata tuvo lugar justo después de la recogida del 2º Premio Nacional AEMO al mejor proyecto de valorización del olivar por nuestra iniciativa “Cata Sevilla”. Así que, además de estar emocionados, veníamos con el corazón inflado de orgullo.
No todos los días se reconoce un trabajo colectivo que tiene tanto de esfuerzo como de emoción.
Sabor, olor y emoción
El momento de la cata fue… cómo decirlo… sensorialmente brutal.
Frascos de catas perfectamente alineados. Las Manzanillas, con su mordida firme y ese sabor inconfundible a estilo sevillano. Las Gordales, más carnosas, más redondas en boca, capaces de callar incluso al más hablador de los asistentes.
Uno de los participantes, al terminar de probar la primera aceituna, murmuró en voz baja: “Esto sabe a mi infancia”.
Y eso fue lo que marcó la diferencia: no era solo una cata, era una experiencia emocional, un viaje a la tradición sevillana, un reencuentro con algo que nunca debimos perder.
Un público curioso… y comprometido
Fue emocionante ver cómo muchos de los asistentes se interesaban de verdad por el proceso de elaboración al estilo sevillano. Preguntaban, anotaban, comparaban. Algunos nos confesaban que nunca se habían parado a pensar en todo lo que hay detrás de una aceituna de mesa con IGP. Otros, directamente, pidieron contactos para poder visitar alguna industria elaboradora.
Al final, se creó un ambiente de complicidad, como si todos estuviéramos en el mismo equipo. Un equipo que quiere defender lo auténtico, lo que tiene alma.
Y lo mejor: las preguntas que se lanzaron al aire no quedaron flotando. Muchos se acercaron tras la cata para seguir conversando con los integrantes del Consejo Regulador. Fue un diálogo genuino, sin prisas, donde se compartieron anécdotas, inquietudes, ideas…
Gracias a quienes lo hacen posible
Este tipo de acciones no serían viables sin el respaldo de entidades que creen en el producto local. Por eso, desde aquí queremos agradecer sinceramente a la Fundación Caja Rural de Sevilla, que con su patrocinio hace posible que nuestras Manzanillas y Gordales puedan seguir dándose a conocer como se merecen: de tú a tú, de paladar a paladar.
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Conclusión: cuando una aceituna cuenta una historia
Al salir de la sala de catas de Expoliva 2025, muchos asistentes no solo se llevaban el sabor en la boca, sino también un relato en el corazón. Porque, al final, lo que vivimos no fue solo una degustación, sino una declaración de identidad.
Las aceitunas Manzanilla y Gordal de Sevilla no son solo producto, son cultura viva. Son la voz de miles de agricultores, el legado de una forma de hacer las cosas con pausa, con manos que saben, con tierra que enseña. Y cuando se comparten así, de forma tan honesta, logran algo extraordinario: conectar.
Por eso, seguiremos apostando por este formato. Porque hablar de nuestras aceitunas es hablar de quiénes somos. Y si conseguimos que alguien las pruebe por primera vez y diga “ahora lo entiendo”, entonces habrá merecido la pena.
Preguntas frecuentes
1. ¿Por qué estas catas son importantes para la IGP?
Porque permiten conectar con el consumidor final de una manera directa, emocional y didáctica. No se trata solo de probar una aceituna, sino de entender todo lo que hay detrás: el olivar tradicional sevillano, la recolección manual, el proceso artesanal… Y eso, cuando se explica bien, se valora más.
2. ¿Se pueden organizar más catas en otros lugares?
Claro que sí. De hecho, ya estamos trabajando en nuevas acciones itinerantes bajo el proyecto “Cata Sevilla”, para llevar nuestras Manzanillas y Gordales a centros culturales, mercados gourmet, ferias gastronómicas e incluso a escuelas de hostelería. Si estás interesado, no dudes en escribirnos.
3. ¿Qué diferencia a una Manzanilla o Gordal con IGP de otras del mercado?
La diferencia está en el origen, el mimo en el proceso y, por supuesto, en la garantía que ofrece una Indicación Geográfica Protegida: trazabilidad total, control riguroso y autenticidad certificada. No todas las aceitunas verdes que ves en un supermercado pueden contar eso.
🙌 ¿Y ahora qué?
Si has llegado hasta aquí, solo queda una cosa por hacer: probarlas.
Busca en tu tienda gourmet de confianza, pregunta por las aceitunas con sello IGP “Manzanilla de Sevilla” o “Gordal de Sevilla”. Y si no las tienen, pídeles que las traigan. Porque cuando algo es bueno, hay que compartirlo.
Y si estuviste en la cata de Expoliva, cuéntanos en redes qué te pareció. Etiquétanos, escribe un comentario, comparte una foto… porque esto lo construimos entre todos.
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