Hay sabores que no necesitan explicación. Te invaden, te sacuden recuerdos, te conectan con una tierra aunque nunca hayas pisado su suelo. Eso es exactamente lo que queremos transmitir con el nuevo proyecto que hemos lanzado desde la IGP Aceituna Manzanilla de Sevilla y Aceituna Gordal de Sevilla, en colaboración con la Fundación Caja Rural: “El Sabor Redondo de Sevilla”.

Más que aceitunas: cultura, identidad y territorio

Desde el Consejo Regulador, llevamos tiempo trabajando con una idea clara: nuestras aceitunas no son solo un producto, son cultura, identidad, historia viva de nuestra tierra. Y con esta campaña queremos ir un paso más allá. Queremos que los futuros profesionales del sector Horeca —los que mañana decidirán qué se sirve en cada plato y en cada mesa— conozcan, valoren y trabajen con nuestras variedades Manzanilla y Gordal como lo que son: emblemas de Sevilla.

Arranque con entusiasmo en la Escuela de Hostelería

La campaña se ha puesto en marcha en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, un lugar que rebosa energía, aprendizaje y talento. En esta primera jornada, el entusiasmo fue palpable: jóvenes alumnos, escuchando, preguntando, probando. Aprendiendo no solo sobre el sabor, sino también sobre lo que hay detrás de cada aceituna: el trabajo de nuestros agricultores, la tradición olivarera sevillana, los desafíos a los que se enfrenta el sector.

Desafíos del sector, respuestas desde la formación

Porque sí, hay que decirlo: el olivar de mesa atraviesa momentos complejos. Competencia internacional, falta de relevo generacional, dificultades en la mecanización… y sin embargo, aquí seguimos. Apostando por lo nuestro. Por eso este proyecto tiene tanto valor: porque conecta el campo con las aulas, la producción con la creatividad culinaria, el origen con el futuro.

En lo personal, nos emociona ver cómo una iniciativa como esta no solo promueve el producto, sino que teje una red de conocimiento y compromiso. Las aceitunas no se entienden solo con una cata: se entienden cuando conoces su historia, cuando visitas el olivar, cuando hablas con quien las recoge a mano, con mimo, como se ha hecho siempre.

Y eso es justo lo que queremos despertar en las escuelas de hostelería de la provincia: curiosidad, respeto, orgullo. Por eso la campaña continuará su recorrido. Porque cada chef que descubre nuestras aceitunas es un nuevo embajador de este sabor tan nuestro.

Una alianza con valores compartidos

Además, este proyecto está perfectamente alineado con los valores de la Fundación Caja Rural: el desarrollo rural, la sostenibilidad agraria y la puesta en valor del producto local. Es una alianza que tiene mucho sentido, y que refuerza nuestro compromiso con una gastronomía con raíces.

Una invitación abierta al sector

Desde aquí, quiero invitar a todos los que forman parte del sector —estudiantes, docentes, cocineros, distribuidores— a que se sumen. A que pregunten, prueben, experimenten. Porque detrás de cada aceituna Manzanilla o Gordal de Sevilla con sello IGP, hay una historia que merece ser contada… y saboreada.

Elige con conciencia. Comparte con orgullo.

Y a ti, que estás leyendo esto: la próxima vez que vayas al supermercado, busca nuestro sello. Elige productos con identidad. Con historia. Con verdad. Porque cuando eliges nuestras aceitunas, estás apoyando el trabajo bien hecho. Estás apostando por el sabor redondo de Sevilla.

¿Nos ayudas a compartirlo?

Preguntas frecuentes (FAQs)

¿Por qué las aceitunas Manzanilla y Gordal de Sevilla tienen sello IGP?

Porque cumplen con criterios muy estrictos de calidad, origen y tradición. Están amparadas por la Indicación Geográfica Protegida, lo que garantiza que provienen de la provincia de Sevilla y que han sido elaboradas siguiendo métodos tradicionales que conservan todo su sabor y textura.

¿Qué diferencia a estas aceitunas de otras del mercado?

Su sabor, sin duda. La Manzanilla es fina, elegante, con un toque salino muy característico. La Gordal, como su nombre indica, es más grande, carnosa, ideal para rellenar o disfrutar sola. Ambas tienen una identidad propia que las hace irresistibles y perfectas para la alta cocina.

¿Cómo puedo apoyar esta iniciativa como consumidor?

Muy fácil: elige siempre productos con el sello IGP. Al hacerlo, no solo te llevas calidad a tu mesa, sino que también contribuyes a preservar la agricultura local, apoyas a nuestros productores y fomentas una gastronomía sostenible y con raíces.